Imagine su plato favorito en su restaurante favorito. Ahora visualícelo un 75% más pequeño ¿Se sentiría satisfecho? Así es fácil entender por qué la industria alimentaria tiende a servir mucha más comida de la necesaria. Por este motivo, es importante responsabilizarnos de nuestras propias porciones y enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo.
He aquí algunos consejos:
- Explique a su hijo el concepto del «plato dividido» y utilícelo con la mayor frecuencia posible, en el caso de los niños trabajamos con el tamaño de plato que usualmente llamamos “Plato de pan”
- Sirva los alimentos en platos de menor tamaño para que las comidas parezcan más abundantes. Un sándwich puede parecer muy poca cosa en un plato grande pero, en un plato de postre, parecerá más sustancioso.
- No permita que su hijo se lleve empaques enteros de alimentos al sofá o a su habitación. Será mucho menos probable que cometa excesos si usted le sirve una porción individual en la cocina.
- Sirva las comidas en la cocina y evite llevar el recipiente entero a la mesa. El hecho de no tener los alimentos al alcance de la mano puede hacer que su familia se los piense dos veces antes de repetir. Si quisieran repetir, ofrézcales más verduras o ensalada.
- Propóngase hacer tres comidas principales saludables, junto con una o dos colaciones saludables al día. El hecho de saltearse una comida, suele provocar excesos al día siguiente.
- Añada más ensaladas y más frutas a la dieta de su familia, sobre todo al principio de la comida, lo que ayuda a controlar el hambre y brinda una sensación de saciedad, al tiempo que ayuda a controlar la ingesta de calorías.
- No sirva a los niños porciones grandes ni espere que dejen los platos vacíos. Aparte de que los niños necesitan menos alimentos que los adultos, los estudios indican que los niños en edad preescolar controlan mejor las porciones de los alimentos cuando se les permite que se sirvan solos.
Karen Villalón Olmos
Nutricionista Asesora Natgio