Hidratación en nuestros hijos

Home / Infantil / Hidratación en nuestros hijos

Las mejores bebidas para los niños de preescolar (y para los niños de cualquier edad) son la leche y el agua. Siempre que sea posible, desaconseje a su hijo que beba refrescos u otras bebidas azucaradas y ricas en calorías para calmar la sed porque el agua y la leche desempeñan esta función mucho mejor.

Los niños de preescolar deben beber entre 2 y 2 tazas y media (de 360 a 480 ml) de leche semidescremada o descremada (o de lácteos equivalentes) cada día.

Este es el momento en que los niños deben adquirir el hábito de beber leche para que puedan incorporar calcio (necesario para tener unos huesos fuertes), vitamina D y otros nutrientes importantes y necesarios. Limite las leches aromatizadas (a las que se les añade sabor), pero si se las sirve a su hijo, evite las bebidas lácteas previamente elaboradas con sabores artificiales a chocolate o fresa, que suelen contener una cantidad considerablemente superior de calorías, azúcar y grasa que las leches a las que usted les añade sabor. Para aquellos niños a quienes no les guste la leche, la leche de soja enriquecida con calcio es una buena alternativa.

  • Evite las bebidas elaboradas con jugo de frutas y limite el jugo natural al 100% (que contiene una elevada cantidad de azúcar) a no más de una ración, aproximadamente de 120 a 180 ml al día. Un consumo excesivo de jugo puede contribuir a una ganancia excesiva de peso, diarrea y caries. 
  • Los niños son menos proclives a beber leche cuando se le permite elegir refrescos y otras bebidas azucaradas. Aparte del calcio, la leche también aporta otros nutrientes importantes, como la vitamina D, el potasio y las proteínas.
  • Beber refrescos y otras bebidas azucaradas se ha asociado a ganancias excesivas de peso y a otros problemas, como el desarrollo de caries. Además, los niños tienden a beber cantidades cada vez mayores de estas bebidas conforme se van haciendo mayores.

La cafeína y los niños: una mezcla explosiva

Aparte de calorías y azúcar, los refrescos suelen contener cafeína, que puede tener efectos negativos sobre los niños. A la mayoría de los padres no se les ocurriría dar a sus hijos de preescolar una taza de café, pero es posible que les sirvan refrescos de cola y otras bebidas que contienen cafeína. En la población infantil, los efectos de la cafeína son muy parecidos a los de los adultos. Un exceso de cafeína puede ocasionar: inquietud y nerviosismo, malestar estomacal, dolores de cabeza, dificultades para concentrarse, dificultades para conciliar el sueño.

Para evitar que su hijo tome demasiada cafeína, lea atentamente las etiquetas de todos los alimentos y bebidas que vaya a consumir. Aparte de las bebidas de cola y de otros refrescos, la cafeína también se encuentra en el chocolate, los helados de café y los tés fríos o helados.

El agua es una bebida que calma la sed de carece de cafeína y que no contiene ni una sola caloría y la leche contiene nutrientes que ayudan a los niños a crecer fuertes. Limite las bebidas de calorías vacías que sirve a su hijo y enséñele que el agua y la leche son las mejores opciones a escoger.

 

 

Karen Villalón Olmos

Nutricionista Asesora