Los niños de esta edad están haciendo la transición de los hábitos alimentarios que tenían cuando eran bebés hacia una dieta más parecida a la que lleva usted. Su función consiste en seguir introduciendo nuevos sabores y nuevas texturas en la dieta de su hijo. Las preferencias alimentarias se establecen pronto en la vida de una persona, de modo que deje que su hijo desarrolle una preferencia por los alimentos saludables desde ahora. Los niños pequeños tienen un estómago pequeño; por lo tanto, sirva a su hijo alimentos que contengan los nutrientes que necesita para crecer sano y fuerte, y limite los dulces y las calorías vacías, es decir alimentos que sólo aportan azúcares y grasas y no aportan vitaminas ni minerales…
Su hijo seguirá explorando la conducta de comer solo, primero con las manos y luego con los cubiertos a partir de los 15 a 18 meses de edad. Dé a su hijo muchas oportunidades para practicar estas habilidades, pero échele una mano cuando llegue la frustración. Todas las habilidades se acaban desarrollando, de modo que manténgase al margen y deje que su hijo se haga cargo. A los niños de esta edad les gusta afirmar su independencia, y la mesa es un lugar donde debería dar a su hijo cierto sentido de control. Deje que su hijo responda a sus propios indicadores de hambre y saciedad, pero establezca límites. Usted decide qué variedad de alimentos ofrece a su hijo en cada comida y su hijo decide cuáles de esos alimentos se come, cuánto come y si los come o no.
La leche es una parte importante de la dieta de un niño de esta edad porque proporciona calcio y vitamina D, que ayudan a desarrollar unos huesos fuertes. La mayoría de los niños menores de 2 años deben beber leche entera, ya que necesitan grasas para crecer y para que se les desarrolle el cerebro con normalidad. Si un niño de esta edad corre el riesgo de desarrollar sobrepeso o si cuenta con antecedentes familiares de obesidad, colesterol alto o problemas de corazón, los médicos recomiendan cambiar a una leche semidescremada. Cuando su hijo cumpla 2 años, podrá cambiar a leche semidescremada o descremada.
Cuando tenga entre 12 y 18 meses, será un buen momento para hacer la transición al vaso o la taza. En lugar de retirarle todos los biberones de golpe, los puede ir eliminando de forma gradual, empezando por el de la hora de la comida. Ofrézcale un vaso o una taza de leche entera después de que haya empezado a comer.
¿Cuánto debería comer mi hijo?
Ofrézcale a su hijo tres comidas principales y dos o tres colaciones entre comidas cada día, pero tenga en cuenta que es habitual que los niños de entre 1 y 2 años se salten comidas. Permitir que un niño se salte una comida es difícil de aceptar para muchos padres, pero se debe dejar que los niños respondan a sus propias señales de hambre y saciedad. No obligue a comer a un niño cuando no tenga hambre, pero tampoco permita que coma a demanda a lo largo del día.
Karen Villalón Olmos
Nutricionista Integrativa